sábado, 19 de mayo de 2012

Programa No 27

La Voz del Planeta lunes 14 de mayo del 2012

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Por Energía 100.5 FM Maracay Estado Aragua Venezuela

NUEVO HORARIO

Todos los lunes desde las 19 horas hasta las 20 horas

PATROCINADOS POR
BOUTIQUE RASETTA Y OZ CAUCHOS

Nuestro balance musical del día fue


AUTOR
TEMA
STEVIE RAY VAUGHAN
ASK ME NO QUESTIONS
YES
OWNER OF A LONELY HEART
MELISSA
GENERACIÓN
THOMPSON TWINS
HOLD ME NOW
JUANES
FIJATE BIE
RESUMEN PROGRAMA
Durante este programa entrevistamos a Daniela Matheus, representante de ECOCLICK y la campaña de recolección masiva de pilas en Maracay
Una importante reflexión LA ONDA VERDE
Artículo En las Huellas de Nuestro Pasado se encuentra el futuro Por Mariano Palazzo
Sección FEED Back por Doriana Di Cera en El Periodiquito 
JUNTO A ECOCLICK LA VOZ DEL PLANETA ENERGIA 100.5 FM LA MISIÓN CATÓLICA SAN CARLOS BORROMEO EL COLEGIO JUAN XXIII BOUTIQUE RASETTA Y CASA DE ITALIA DE MARACAY APOYAREMOS ESTA CAMPAÑA INICIADA HACE YA UNOS MESES EN LA CIUDAD CAPITAL PARA SACAR DEL AMBIENTE LA MAYOR CANTIDAD POSIBLE DE PILAS USADAS.........¡Tráenos tus pilas usadas! Nosotros sabemos que hacer con ellas...
Las pilas contienen metales pesados altamente nocivos para el medio ambiente y una vez incorporados a éste pueden llegar a afectar nuestra salud.
Cuando una pila ya no sirve se tira a la basura doméstica que luego va a parar a rellenos sanitarios; con el paso de tiempo se descomponen, oxidan y derraman diferentes metales tóxicos como: mercurio, plomo, litio, cadmio y níquel, contaminando así todo el ecosistema. Lo mismo sucede cuando se quema en basureros o se incineran. Para tener una dimensión del problema de contaminación basta con mencionar que el contenido de una sola pila botón (como las que utilizan los relojes, calculadoras, etc.) puede contaminar 6 millones de litros de agua, algo así como la piscina olímpica de la UCV.
Es por esto que nos hacemos eco del proyecto de Daniella Matheus París, quien como todos los que nos sentimos identificados con esta iniciativa, se hizo la misma pregunta por años ¿y qué hago con todas estas pilas usadas?



Les contamos el plan:


Primera fase: crear una red ciudadana, ubicando sitios estratégicos como centro de acopio de pilas usadas.
Segunda fase: Presionar a las compañías distribuidoras de baterías para que se hagan cargo de los productos que venden y al gobierno para que haga cumplir las leyes ambientales.
Este es el primer paso de una gran iniciativa. ¡Tráenos todas las pilas usadas que tengas en tu casa!
MADRE TIERRA
LA ONDA VERDE
Reflexión
En la fila del supermercado, el cajero le dijo a una señora mayor que debería traer su propia bolsa de compras ya que las bolsas plásticas no eran buenas para el medio ambiente. La señora pidió disculpas y explicó: “Es que no había esta onda verde en mis tiempos”. El empleado le contestó: “Ese es nuestro problema ahora. Su generación no tuvo suficiente cuidado para preservar nuestro medio ambiente.”

Tenía razón, nuestra generación no vivía la onda verde en esos tiempos. En aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de gaseosas y las de cerveza se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la planta para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las “reciclaban”. Pero no teníamos onda verde en nuestros tiempos.
Subíamos las gradas, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio y oficina. Caminábamos al almacén en lugar de montar en nuestro vehículo de 300 caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer dos cuadras. Pero tenía razón, no teníamos la onda verde en nuestros días.
Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables. Secábamos la ropa en tendederos, no en esas máquinas consumidoras de energía sacudiéndose a 220 voltios, la energía solar y eólica secaban verdaderamente nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos. Pero esa señora está en lo cierto: no teníamos una onda verde en nuestros días.
En ese entonces teníamos una televisión, o radio, en la casa, no un televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo (¿se acuerdan?), no una pantallota del tamaño de un estadio.
En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hagan todo por nosotros. Cuando empacábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no plastoformos o bolitas plásticas.
En esos tiempos no encendíamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar el pasto. Usábamos una podadora que funcionaba a músculo. Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad. Pero ella está en lo cierto: no había en esos tiempos una onda verde.
Bebíamos de una fuente cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas de plástico cada vez que teníamos que tomar agua. Recargábamos las plumas con tinta, en lugar de comprar una nueva y cambiábamos las hojillas de afeitar en vez de echar a la basura toda la afeitadora sólo porque la hoja perdió su filo. Pero no teníamos una onda verde por entonces.
En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o un ómnibus y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o caminaban, en lugar de usar a la mamá como un servicio de taxi de 24 horas. Teníamos un enchufe en cada habitación, no un banco de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales de satélites a kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más próxima.
Así que ¿no les parece lamentable que la actual generación esté lamentándose cuán botarates éramos los viejos por no tener esta onda verde en nuestros tiempos?.

SECCIÓN FEEDBACK por Doriana Di Cera

EN LAS HUELLAS DE NUESTRO PASADO ESTÁ ESCRITO EL FUURO (I). Mariano Palazzo
  Y sin pensarlo sin planificarlo, de un día para otro ocurrió….era el último viernes de septiembre, cerca del mediodía, cuando recibí la llamada de mi amiga Fulvia de ALITALIA, acrónimo de “ali” (alas) Italia, para comunicarme que finalmente había salido la opción de viajar a la Madre Patria, pero que debía tomar el avión, y partir, el lunes…!!!!.con la emoción y la premura del momento, dije sí!!! y, en otra aventura me embarqué……..
Llegue a Maiquetía, bien temprano, dispuesto a abordar como uno más de los cientos de miles de pasajeros que día a día cruzan los aires con distintos destinos y motivos, con ese pensamiento me acerco para hacer el check-in al mostrador del consorcio italo-franco-holandes, que en el 2010, movilizó unos  22 millones de pasajeros, pero antes, fui abordado por los cuerpos de seguridad desplegados en el aeropuerto para una revisión de rutina, lo que más me sorprendió del funcionario que me interpeló, fue el hecho de que me solicitó la gaceta oficial donde se publicaba mi nacionalización, aún cuando le mostraba mi pasaporte venezolano, por eso es que hay que llegar con todos los documentos preparados y evitar así inconvenientes.
Hechos los trámites burocráticos, me instalo en el área de espera, disfrutando del despegue y aterrizaje de los distintos aviones cuando finalmente arribó nuestra aeronave proveniente de Roma, y pocos minutos después me embarco en el Boeing 767-300ER, y ahora mientras escribo leo que, a esos aviones les han ido adaptando los llamados winglets o aletas de punta alar que permiten disminuir, aproximadamente, un 4% el consumo de combustible, sobre todo en aquellos vuelos que superan los 1.800 km, y la verdad es que realmente no me fije si el avión en el que volaba los tenía, aunque para un viaje de casi 10.000km, y casi 10 horas de vuelo, cruzando el Atlántico, sería inteligente usarlo, tanto para el bolsillo como para el ambiente, es la contribución de la aviación civil en la lucha por contrarrestar el efecto invernadero.
Nuestro avión del equipo Sky Team, todo plateado, levantó vuelo, en un despegue perfecto e iniciamos nuestra travesía, una cuantas horas después finalmente entramos al “Viejo Continente” por la península ibérica, y  mientras surcábamos España y sobretodo Francia, la altura del vuelo había disminuido considerablemente, eso junto a una hermosa mañana del martes europeo bendecida con un cielo límpido nos permitió disfrutar del paisaje bajo nosotros.
Se delineaban los Alpes y, sorprendentemente, ninguno de esos picos estaba nevado, preguntándome si era una confusión mía que en esa cadena montañosa abundaban las cimas de nieves eternas o que simplemente estaba siendo testigo de una evidencia más del cambio climático mundial; de ese pensamiento fui sacado, mientras sobrevolábamos la frontera franco-italiana y, abajo del lado gálico, se delineaban en perfecta alineación, grupos de molinos de vientos en pleno funcionamiento, pero estos no eran esos contra los cuales luchaba el Quijote de la Mancha de Cervantes, y que se usaban para extraer agua, estos eran modernos equipos, que se erguían arrogantes y presuntuosos, mientras producían energía eléctrica, de esas llamadas energías verdes o renovables, como una manera de hacerle frente al alto costo de los combustibles fósiles y a las dificultades que las naciones desarrolladas tenían con los países productores (no podía olvidar que a pocos cientos de kilómetros al sur, precisamente durante esos días se estaba librando una batalla más, por el control del oro negro). En este punto nuestro avión viró hacia el sur y surcamos los cielos de Córcega y Sardegna, dos islas del Mediterráneo que guardan incontables secretos y misterios para llegar finalmente a destino: aterrizamos en Roma, la Ciudad Eterna, en perfecto horario, con tiempo suficiente para hacer la conexión a Milano, donde me esperaba mi hermano....MARCO!!!! Casi un lustro sin verlo.
El vuelo interno salió en horario, y el vuelo duro poco más de 60 minutos, finalmente aterrizamos en el aeropuerto de Linate (uno de los dos que esta ciudad ostenta, el otro es el de Malpensa). Destacado sin duda que desde el 2001 ambos aeropuertos están dotados de estaciones que miden el ruido permitiendo establecer mecanismos de control al mismo, minimizando así la llamada contaminación acústica.
Saliendo de la puerta de embarque la emoción me embargó, allí estaba esperándome mi hermano Marco y la alegría fue doble porque allí junto a él, estaba mi primo Francesco junto mi sobrina Andrea, que habían llegado de París, en su viaje de quinceañera!!! Tremenda fue la fiesta!!
Así todos juntos nos fuimos al hotel, escuchando “il Mondo che vorrei” del grande Vasco Rossi, tarareando llegamos a nuestro alojamiento, ubicado en las afueras de esta imponente metrópoli del norte de Italia, “l’albergo” se llamaba: Europa, y desde este edificio disfrutamos de una hermosa vista de la “campania” que frente a nosotros se extendía con sus diversas tonalidades y donde destacaba el color amarillo ocre, a lo largo de esta se delineada un canal de navegación construido hace ya unos cuantos siglos y aún 100% operativo, y me contaban que su razón de ser fue el de transportar los grandes bloques con que se construyo el majestuoso Duomo di Milano, que tardo 400 años en terminarse y cuya primera piedra se puso en 1386!.
Para allá nos fuimos, bordeando el “Naviglio” mayor, mientras observábamos como lo recorrían los llamados “canottieri” o remeros, entrenándose en tan fascinante deporte, y mientras veíamos las aguas límpidas de este canal, nos transportábamos en el tiempo, recordando el impresionante sistema de canales artificiales que desde 500 años a.C., se han ido construyendo y que interconectan todo un sistema de aguas del norte de Italia (Lago Maggiore, Lago di Como, río Seveso, el Ticino), increíbles proyectos de ingeniería civil, y que se hicieron a lo largo de la historia, dependiendo de la época, con fines militares, agrícolas, civiles y ambientales (control hidráulico).
Tomamos el metro y llegamos a la estación del Duomo y quedamos maravillados de esta catedral de 157 metros de largo y 108 metros en su punto más alto!!  Admirados estábamos por ser testigos visuales de una de las 5 catedrales más grandes del mundo! que domina una hermosa plaza, sitio de encuentro obligado para celebrar, para manifestar, para reunirse.
Durante el recorrido en “la casa del señor”, quedamos deslumbrados por la majestuosidad y espiritualidad de su interior, y mientras la recorríamos nos detuvimos en la cripta donde  reposan los restos de San Carlos Borromeo, recordando así a la Misión homónima de nuestra querida Maracay, y donde muchos de nosotros estudiamos en el Colegio Juan XXIII y que hasta hace muy poco estaba adscrita al orden de los padres scalabrinianos, cuyo fundador fue el beato monseñor Baptista Scalabrini que residía precisamente en la capital lombarda, Este orden religioso, inspirado en el Santo que dedicó su vida y su patrimonio a los más humildes, surgió con la finalidad de acompañar a los inmigrantes italianos que por miles salían de Italia, desamparados totalmente en busca de mejorar su precaria situación económica-social. Una actitud tan necesaria en estos días donde nuestra Pachamama resiente los desbalances sociales y la presión de extracción de recursos por acumular riquezas….y así fue trascurriendo nuestra jornada y en próximas entregas seguiremos narrando como fuimos tras las huellas de nuestro pasado para develar los secretos guardados de nuestro futuro.................

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