En días pasados mi ex alumno Reinaldo Hidalgo me llamo solicitándome
escribir algo para un proyecto de revista que estaba desarrollando, por
supuesto acepte gustosamente, además de que se trataba de escribir algo sobre
el Efecto Invernadero (EI), tema que desde siempre me ha llamado mucho la
atención. El (EI) ha sido por demás discutido y evidenciado, sobre todo en
estos últimos años. Cuando conversaba con Reinaldo, aquella noche en la
Casa de Italia de Maracay, no podía dejar de pensar en un
gran maestro mío de mis tiempos universitarios, como lo era el Dr. Pedro Roa
Morales, ejemplo de ciudadano venezolano universal; él ya en la década de los
80 del siglo pasado, era invitado de honor en los congresos mundiales donde
alertaba, junto a muchos otros científicos, sobre las consecuencias del
comportamiento humano y sus patrones y conductas de desarrollo social, en
cuanto a la producción de gases que inevitablemente se concentraban en las
capas superiores de la atmósfera generando un fenómeno parecido a los
invernaderos y cuya consecuencia inmediata era el calentamiento global con
todas sus repercusiones ambientales (deshielo de los polos, subida del nivel
del mar, cambio climático, etc., etc.).
Luego de 20 años, y ya con el Dr. Roa desaparecido físicamente,
este tema, que antes estaba supeditado exclusivamente a la comunidad científica
internacional, hoy es parte del discurso publico y masivo de todos los
ciudadanos del mundo, y cuando digo esto, estoy hablando sobre la base de una
experiencia recién vivida en mi recorrido por el majestuoso Parque Nacional
Canaima (decretado el 02/06/1962); Sus 3 millones de hectáreas con sus selvas, ríos
e imponentes tepuyes lo convierten en Patrimonio Mundial Natural de la Humanidad (decretado por
la UNESCO en diciembre
de 1994). Mi viaje se realizo específicamente por nuestra hermosa Gran Sabana
(GS), puerta a uno de los principales pulmones de la Tierra y un gran termorregulador: estoy hablando por
supuesto del Amazonas.
Dos experiencias me impactaron positivamente y me
llenaron de esperanzas para el futuro inmediato, la primera tiene que ver
precisamente, con lo que los mismos pobladores llaman, el secreto mejor
guardado de la GS :
El Paují. Aquí encontramos una
comunidad extremadamente sensible a la preservación del ambiente, entre ellos
un encuentro fue por demás significativo, el abrazo con el amigo autodenominado
“Paulista”, un hombre que nació en San Paolo (Brasil) y hace 40 años residente
de esta zona (nunca mas regreso a su ciudad natal). Este hombre entregado al
misticismo y devoto del calendario de las 13 lunas, o también llamado
calendario para la paz, es un firme creyente de que todo lo que conocemos de la
naturaleza es bello y único. Este particular personaje entregado al amor por
las personas y las cosas, se enfurece al escuchar hablar de alguien que tale o
destruya la selva y aquel que ose hacerlo en su presencia u conocimiento le haría
caer todo el peso de la ley y se enfrentaría directamente para evitarlo, recordó
incluso a Chico Méndez, ese gran luchador de la selva amazónica que fue
inmortalizado a través de una canción del Grupo Mexicano Mana “Cuando Los Ángeles
Lloran”.
Desde el Paují, se llega al sitio conocido como “El Abismo”,
desde donde se tiene una majestuosa vista del inicio de la Selva Amazónica , impresionado
reflexiono sobre el proverbio, que asegura que la Tierra no es una herencia
de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos…vaya reflexión.
Antes de irme volteo y veo la gran cantidad de vehículos
“rústicos” que llegan a este sitio y veo la cantidad de jóvenes que los manejan
y acompañan y me llena de alegría, porque se que ellos van a interactuar con
este paisaje y con esta gente, y en ellos se sembrara la preocupación y la
necesidad de que la Selva Amazónica
va resguardada y protegida, porque de ella depende el agua y la temperatura de la Tierra.
En mi recorrido de regreso, paro en la localidad conocida
como San Francisco de Yuruani, un
sitio preparado para atender la demanda por artesanía autóctona, de los miles
de turistas, que sobre todo en este periodo pululan la Sabana , y mientras
observábamos las cosas bellas que los pemones fabrican, mi esposa Carolina
junto a mi hija Mariana, me llaman excitadas para que oiga la narración que una
india pemona llamada “Euelis Cliffe” hacia de una pieza única, hecha por ella
en sus momentos de inspiración, esta pieza movible, hecha con alambre y
semillas de la zona, cuenta una historia, que dice así: “El Átomo es el origen de todo, y es a partir de esto que sube la capa
superior y se crean los cielos y baja la capa inferior y se crean los mares,
queda formado el sistema solar con sus 9 planetas y cada uno de esos
representan uno de ellos, y necesitamos un sitio donde vivir que es el planeta
Tierra, achatados en los polos y redondeado en el Ecuador y al cerrarse por la
mitad queda formado el símbolo del yin-yan, dentro de todo lo bueno hay algo
malo y dentro de todo lo malo hay algo bueno, luego representando la religión
cristiana, el cáliz de Cristo y a través de los tiempos siempre han surgido
reyes y reinas, tenemos el primer invento del hombre: la rueda y uno de los
primeros inventos en cuanto a la música: el tambor, pero tenemos la flor de
loto, o flor de la India
y por ultimo una historia bien triste y real, la destrucción por el hongo
atómico y todo se vuelve al principio: al Átomo”, y en la medida que la
india Pemona Euelis lo contaba, la pieza hiba tomando la forma .
Esa es la historia…..tengo que confesar que quede
impresionado, por esto invito a todos a reflexionar sobre estoy sobre esta
India Pemona que fue capaz de convertir su tiempo en Arte y como “Paulista” nos
lo explico, se refiere a la regeneración estética de las cosas en el tiempo, a través
de los llamados ciclos naturales…esa es la propuesta del calendario de las 13
lunas que busca o pretende que los ciudadanos se independicen del calendario
gregoriano caracterizado por el individualismo, la violencia, la depredación y
la contaminación de la Tierra ,
alejándonos cada vez mas de los valores éticos y espirituales….
Me voy de la
Sabana , agradeciendo la oportunidad de haber vivido estas
experiencias y con la firme convicción que aquí se encuentra una de las posibles
respuestas para frenar el efecto Invernadero y sus graves consecuencias: esto es lo que se cuenta en la Sabana
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